Hacer voluntariado en el Departamento de Acogida de Cruz Roja nace en la necesidad de poder ayudar a otras personas, escuchando sus necesidades y, desde mi experiencia de migrante, darles alternativas que les ayude a sobrepasar las dificultades que tengan en ese momento.
La experiencia de voluntariado a nivel personal es muy gratificante; a su vez, desde mi punto de vista, es una terapia. El saber la cantidad de gente que pasa por circunstancias difíciles -muchas veces no se compara con las mías- me hacía analizar que debo ser agradecido con la vida y decir “gracias, Señor”.
Es importante mencionar la labor de Cruz Roja en el inicio de la guerra de Ucrania, donde tuve la oportunidad de atender a cientos de ucranianos huyendo del conflicto. Con nosotros se iniciaba el punto de acogida para que sean derivados a Ciudad de la Luz y se continúe con su integración legal en España. La experiencia fue conmovedora, porque te hace saber lo cruel que resulta y el daño psicológico que causa en las personas una guerra
Un saludo.
Peters
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